Cuando no puedes dormir...
Cuando escuchas canciones de los ochenta aunque las odies...
Sabes que dentro de horas, minutos y unos pocos segundos te caes del burro, de la cama, del avión y de la nube, y la rutina vuelve a tu vida como un cubo de agua fría encima de tu cabeza un día de resaca.
Puedes tomartelo con tristeza y melancolía por lo feliz que eras hace dos días sin preocupaciones, ni horarios ni obligaciones, cuando no hacías nada porque nada tenías que hacer; o puedes tomartelo con filosofía, pensar que ya queda menos para otra época dorada en la vida de un estudiante (más bien semi-estudiante) y que tienes que hibernar tu parte inmadura, infantil y a veces insoportable en la cueva-cajón de la ropa de verano con la esperanza de sacarla algún día aleatorio e inesperado para disfrutar como una niña de aquellos momentos que dan sentido a la vida.
Con cariño para el mes mas perro.
Madness and drugs