Puede que ya hayan pasado como veinte mañanas como aquella, aquella en la que me susurraste por primera vez que me querías y yo pensé que todo explotaría y se escaparía por alguna de las grietas que intento tapar.Ya hemos repetido unas cuantas veces lo de despertarnos respirando el aire que el otro nos regala, y con los labios cortados de tanto besarnos. Me he aprendido ya cada tono de tus "Buenos días, mi vida" y cómo te gusta agarrarte a mí como si te cayeras de la cama. Si cierro los ojos puedo imaginarme con todo detalle tu tez, tu pecho desnudo y recuerdo cómo cada mañana que no es como una de las nuestras pienso que todo esto es una locura, que no se puede ser así de feliz, y luego me digo a mi misma que soy una cursi, e intento pensar en algo que no seas tú.
No quiero ser como esas típicas chicas que escuchan canciones de amor y que regalan rosas y peluches.
Aunque creo que ya es tarde...
Madness and drugs
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