domingo, 29 de mayo de 2011

Complementos perfectos.

Puede que me aburra, que quiera llorar o reír, que no me apetezca ver a nadie o que quiera hablar durante horas con esa persona que ya no está...
Puede que odie a los críos y que no me sienta mal por ello, que me pongan nerviosa sus lloros y sus tonterías, y lo voy a reconocer, también me ponen nerviosa sus risas.
Pero también reconoceré que hay cosas que me pierden, como comer patatas fritas hasta reventar, escuchar la misma canción sin aburrirme ni un segundo y observar detenidamente a alguna persona como si fuera de cristal.

Madness and drugs

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