martes, 1 de marzo de 2011

Menú del día

Un buen aperitivo sería un poco de jamón, del bueno obviamente, con un vino tinto que caldee el ambiente, para ser sincera me encanta el queso que deja el aliento con olor a pies, pero me abstendré para tener una bonita historia de amor al final de la cena. Mientras bebo la copa de vino, aparto mi flequillo con intención de seducción, y parece funcionar, y hay miradas lascivas y ganas de acabar la cena ya, pero estamos en un sitio de postín, en mi salón hay que tener un mínimo de educación. No me ha dado tiempo a más, así que como entrantes hay croquetas, pero ¡eh! las he hecho yo con mis propias manos, él me dice que están buenísimas mientras me roza una mano cuando va a coger el pan, a mi se me erizan hasta los pelos de las orejas, pero mantengo la compostura y sonrío tímidamente. Cuando llega mi puré especial (no diré de que es, es un secreto) empiezan la complicidad y la soltura, está llegando al límite de mi intimidad, pero lo dejaré pasar, no importa, un poco más. Ya se dice que el hombre es débil con respecto a la carne, y cuando saco el filete él ya está medio loco y no se aguanta, también diré que llevamos 2 botellas de vino y varios chistes malos ya...lo dejaré pasar un poco más, el límite ya está lejano, ya todo está difuso, la verdad que no sabría decir como nos saltamos mi tiramisú y fuimos directamente a las fresas y la nata, pero solo puedo poner como broche perfecto a la noche la copa de champagne que tomamos en mi cama, la verdad es que ojalá tuvieran una cena así en todas las cartas de los restaurantes, puede que haya engordado pero merece la pena, y ahora si no os importa, lo dejaré pasar un poco màs...


Madness and drugs

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